ENCUENTRO SOBRE IDENTIFICACION, DESCRIPCION Y ASEGURAMIENTO DE LA PROPIEDAD TERRITORIAL

El 27 y 28 de Abril de 2.012 tuvimos ocasión de asistir al ENCUENTRO SOBRE IDENTIFICACIÓN, DESCRIPCIÓN Y ASEGURAMIENTO DE LA PROPIEDADAD TERRITORIAL, celebrado en el Aula del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, organizado por el Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos en Topografía del Principado de Asturias.
En el citado acto, en el que participó un importante elenco de ponentes de la Gerencia del Catastro, del Colegio de Registradores de la Propiedad de Asturias, del Notariado, de la facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo, de la Academia Asturiana de Jurisprudencia y del Colectivo de Ingenieros Técnicos en Topografía se ha puesto de manifiesto la  problemática actual en materia de identificación, definición y localización de parcelas que existe actualmente en nuestro país, desgraciadamente sin unificar, a pesar de los intentos legislativos.
Por un lado el Catastro, que persigue fines fiscales aunque cada vez tiene más relevancia jurídica, ha realizado un gran esfuerzo en los últimos años digitalizando sus bases y dando información al público en general de los datos no protegidos a través de su web. Esto está sirviendo al menos para que se puedan detectar errores de identificación, georreferenciación, cabida y linderos o valoración (IBI) de las parcelas, aunque es el titular el que tiene que correr con los gastos para su corrección, a pesar de que el Catastro también gasta lo suyo en las revisiones catastrales de los Municipios.
Por otro lado, en el Reglamento Notarial se establece la necesidad de cotejo de la realidad física de las fincas cuya escritura se realice, con la realidad catastral.  En este caso habría que preguntarse ¿cómo puede detectar el Notario sin ayuda externa un  error en las georreferencias (coordenadas UTM) del perímetro  de una parcela?, “verdadero ADN de una finca” tal y como se argumentó por parte de  uno del ponentes participantes del Catastro.
Los registradores por otra parte, disponen de otra herramienta informática de identificación, denominada Geobase, sobre la que están implementando su propia cartografía en materia parcelaria, siguiendo sus propios criterios identificativos.
Así pues, la problemática está servida puesto que podemos llegar a tener tres o cuatro “perímetros” distintos para una parcela: El del Catastro (según la cartografía catastral), el de la Escritura, el del Registro (según la base gráfica Geobase), o incluso, si existe, el de la medición realizada.
Hasta la fecha, para la identificación de una finca se ha dado solo importancia a la cabida y linderos, (a que no existan discrepancias entre ellos o estén dentro de un margen), pero poca o nula a su posición y forma. Sin embargo las coordenadas UTM de los vértices de una parcela son su definición más completa ya que identifica a la vez situación, forma y superficie. ¿Cómo es posible entonces, que no se exija una comprobación por técnico competente en la fase de escritura o registro de las georreferencias correspondientes a los vértices del perimétro?, máxime teniendo en cuenta que la aportación de la referencia catastral en la fase de escritura, implica que se está admitiendo como veraz, salvo advertencia en contra, la forma, coordenadas y cabida de la parcela, dotando de un cierto carácter jurídico a la certificación catastral.
A menudo, cuando el  Topógrafo participa en la  resolución de una discrepancia catastral se encuentra con que al final lo único que el Catastro subsana de forma inmediata son los documentos con acta de deslinde y este documento  no siempre es posible obtenerlo puesto que es habitual encontrarse a un colindante  desconfiado o incluso mal avenido  que no va a querer firmar. En éste caso la única salida es la resolución  Judicial, ya que desgraciadamente  al técnico no se le considera presunción de veracidad  a pesar de que se está responsabilizando  con su firma.
Esperemos que el importante esfuerzo que está realizando el colectivo de Topógrafos tenga sus frutos y se cuente con sus colegiados como parte indispensable en todo el proceso de inmatriculación o compra-venta.

En cualquier caso este encuentro  ha servido para poner de manifiesto alguna  de las diferencias de criterio en materia parcelaria entre los distintos colectivos  participantes y quizá, quien sabe, pueda ser el comienzo de una andadura en conjunto.

Enhorabuena a sus organizadores.

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